El Rey Enrique I de Castilla murió por una pedrada
Enrique I de Castilla nació en abril de 1204 en Valladolid. Era el hijo del rey Alfonso VIII de Castilla, que murió cuando él solo tenía 10 años de edad. Su hermano mayor, Fernando de Castilla, que era el heredero al trono, murió en 1211 de forma repentina debido a una enfermedad que contrajo al regresar de una campaña militar. Esto hizo que Enrique I de Castilla fuera el nuevo heredero al trono.
El peor problema para Enrique vino cuando menos lo esperaba. Una piedra golpeó su cabeza mientras jugaba con otros niños a los trece años en el Palacio episcopal de Palencia. En la obra Los Anales Toledanos Primeros se relata este acontecimiendo de esta forma, y en castellano antiguo:Como solo tenía 10 años cuando le llegó el momento de ser rey, se abrió un periodo de regencia que tuteló su madre y reina consorte Leonor Plantagenet, que murió varias semanas después. Ella confió la custodio de Enrique a su hija, y hermana de este, Berenguela. Este periodo de regencia estuvo marcado por varios conflictos con la Casa de Lara, que formaba parte de la alta nobleza de Castilla, y que negó su apoyo a Berenguela obligándola a renunciar a ella. La Casa de Lara consiguió tutelar a Enrique I de Castilla, llegando incluso a concertar el matrimonio de este con la infanta Mafalda de Portugal.
“El rey don Enric trevellaba con sus mozos e firiolo un mozo con una piedra en la cabeza non por su grado e murió ende VI días de junio en día de martes era MCCLV”
Tras su muerte, el conde Álvaro Núñez de Lara trató de esconder el cadáver para ocultar su muerte. Finalmente, Berenguela, que sucedió a Enrique en el trono de Castilla, consiguió recuperar el cuerpo de su hermano y darle sepultura en el Monasterio de las Huelgas de Burgos.
