Un día triste para la historia por el incendio de Notre Dame
Hoy es un día muy triste para nuestra historia, ni las campanas han podido dar la señal de alarma. El fuego ha sorprendido hasta a las siempre atentas gárgolas de Notre Dame. La catedral parisina, un icono de la arquitectura gótica, está viviendo uno de los episodios más trágicos de sus ocho siglos de historia sucumbida por las llamas.
Construida entre los siglos XII y XIII en la Île de la Cité, Notre Dame es uno de los edificios más queridos de París y más visitados por los turistas, unos 13 millones cada año. Patrimonio de la Humanidaddesde 1991, se caracteriza por ser una de las primeras catedrales góticas de Europa y por convertirse en un modelo para las construcciones medievales posteriores.
El templo, dedicado a la virgen María, de ahí el nombre de Notre Dame (Nuestra Señora) se encuentra a orillas del Sena, y su interior alcanza una altura de 35 metros. La fachada principal siempre ha sido un modelo de elegancia gótica, con sus dos torres macizas, un impresionante rosetón de 10 metros de diámetro, los tres pórticos de acceso y una galería de estatuas a 20 metros del suelo.
Ubicadas en lo más alto de las torres, a 69 metros de altura, su visita era uno de los atractivos de la catedral después de subir casi 400 escalones. La vista que se extendía a los pies también merecía el esfuerzo, así como la posibilidad de ver durante el ascenso a Emmanuel, la campana mayor que pesa unas 13 toneladas.
Testigo de la historia
La edificación de Notre Dame empezó en un momento de prosperidad económica para la capital francesa. Y durante su casi milenaria historia ha vivido momentos claves, como la coronación de Enrique VI de Inglaterra durante la guerra de los cien años, la de Napoleón Bonaparte en 1804 o la beatificación de Juana de Arco en 1909.
Durante la revolución francesa, ya experimentó un episodio trágico, incluso se llegó a utilizar como almacén de comida después de vaciarla de muchos de sus tesoros. Tras la liberación de París en la segunda Guerra Mundial, fue el escenario de una multitudinaria misa de celebración el 26 de agosto de 1944, a la que asistió el general Charles de Gaulle.
En su interior, hoy devorado por las llamas, se encontraban las fantástica vidrieras, la mayoría del siglo XIX, así como un extraordinario órgano fabricado por Aristide Caivallé-Coll. Entre las obras de arte más destacadas, figuraban la ‘Piedad’ de Nicolas Coustou y la sillería de madera del siglo XVIII. La aguja, donde supuestamente se han originado las llamas, medía 96 metros.
Aunque el incendio declarado este lunes en Notre Dame marcará un antes y un después para la catedral; en 1871, durante la Comuna de París, estuvo a punto de ser incendiada a causa de las revueltas sociales. En esa ocasión tuvo más suerte.
Fuente: La Vanguardia