El gran faro de Alejandría
El Faro de Alejandría, una de las maravillas del mundo antiguo, está siendo objeto de estudios, y como consecuencia de la aplicación de las más novedosas técnicas, cada vez sabemos un poco más de este monumento que en el siglo XIV desapareció en las aguas del Mar Mediterráneo. Situado en una de las mayores ciudades de la Antigüedad, resultado de la fusión de dos grandes civilizaciones, comparte su fama con otra de las obras excepcionales del mundo: la famosa biblioteca de Alejandría, en la que estudiaron e investigaron muchos de los autores que hoy tomamos como fuente, y en la que durante un tiempo se intentó conservar la memoria intelectual del mundo.
Sobre el faro han escrito multitud de autores clásicos, de la antigüedad grecolatina, como Estrabón, Josefo y Plinio, medievales, especialmente en lengua árabe como Al Idrisi e Ibn Battuta, entre otros. Y también se representó en mosaicos, monedas y medallas antiguas.
Fue levantado en esta ciudad egipcia para mostrar la grandeza de sus faraones, los Ptolomeos, la dinastía de las grandes construcciones. Permaneció durante casi 17 siglos a la entrada del puerto, pero el tiempo, el viento, las tormentas y el abandono, unidos a fuertes terremotos, terminaron con su magnificencia.
Como muchas otras de las maravillas que ya han desaparecido, podemos encontrar diversas interpretaciones de cómo fue esta torre costera, cuánto medía y hasta dónde llegaba su luz. Hay incluso leyendas que dicen que si se tiraba una piedra desde los más alto, tardaba dos días en llegar al suelo. Exageraciones que nos dicen mucho de lo impresionante que debió parecerle a propios y extraños.
Ibn al-Shayj, un viajero andalusí que estuvo allí durante el s. XII, describe y cuenta detalladamente tanto el exterior como el interior. Explica que se fue “al Faro con el tintero, el papel y la cuerda, a fin de que ni el menor detalle quedase perdido, pues el Faro es una maravilla”. Estaba localizado en una pequeña isla, desde la que se había construido una calzada para llegar a la costa. Calculó que tenía unas 68 habitaciones y su altura total eran 53 brazas más 7 de los cimientos. También se ocupa de mencionar que el faro estaba compuesto de tres cuerpos, el primero era un cuadrado; el segundo formaba un octógono y el tercero era cilíndrico. Nos dice que en la azotea superior, halló un oratorio o mezquita “como si fuese una cúpula”. En su parte más alta había un fuego encendido para guiar a los barcos (Viguera 2008).
Los restos del faro yacen hoy en las aguas del puerto, e incluso todavía hay en la zona costera una parte de la fue la puerta de entrada (imagen inferior). Se puede ver detrás del fuerte Qaitbay, que se levantó en sus inmediaciones, una vez que éste cayó al mar.
El estudio en profundidad de estos restos ha permitido a los investigadores reconstruir la puerta y calcular el grosor de los muros. En el dibujo inferior, levantado por I. Hairy, se puede comprobar la magnitud de la entrada.
Las investigaciones subacúaticas también han permitido a los expertos proporcionar una imagen real de cuál era la forma de la torre. Gracias a éstas hoy sabemos, ya no sólo por las fuentes antiguas y medievales, que estaba compuesta de 3 cuerpos de distinta forma, como decía el viajero andalusí antes mencionado, que sus muros eran de casi 2 metros de grosor y su altura superaba los 100 metros.
Pasados mas de quinientos años desde su destrucción, es todo un privilegio que hoy podamos saber con mayor certeza cómo fue este insigne faro, que durante la Antigüedad y la Edad Media guió la navegación por el Mar Mediterráneo en el delta del gran río Nilo.
Más información
The Beacon of Alexandria. Amphipolis.gr, 2015. En esta entrada puede encontrar la mayoría de las imágenes que hay sobre este faro.
DUNN, J. Pharos Lighthouse of Alexandria. Tour Egypt, s.f.
HAIRY, Isabelle. Le phare d’Alexandrie. La Recherche, 2006, 394. De esta autora hay más artículos con mayor grado de especialización, pero éste es el básico.
VIGUERA MOLINS, M.J. Ibn al-Shayj de Málaga deslumbrado ante el Faro de Alejandría. El legado andalusí, 2006. Traducción de parte del texto de al-Shayj.
Reproducción de la entrada disponible en: Blog Cátedra Naval
CC By-NC-SA (c) Catedra de Historia y Patrimonio Naval, Universidad de Murcia